Las Avenidas en plural, es una manera de llamar a una calle en mi ciudad, comúnmente se le llama así, porque son varias avenidas consecutivas y en la misma dirección, con diferentes nombres, donde una termina la siguiente empieza y así hasta el final. Total, que salía yo de unos grandes almacenes que hay en Las Avenidas y caminaban a mi ritmo y a mi lado una pareja como de cuarenta años más o menos, enjutos los dos, ella normal pero él no muy aseado, iban discutiendo en voz alta y por sus formas y el tono de su voz , todo el mundo se enteraba de su discusión, y también yo, que no tuve por más que empaparme de todo lo que iban hablando. Es verdad que la señora iba muy molesta con el marido y él casi a trompicones. La conversación a voz en grito, se torno humorística para él que esto escribe, y al menos fue entretenida mientras caminábamos en paralelo, aunque reconozco que había mucho drama.
Y decía él:
-Te, te prometo que voy a cambiar Cati.
-Estás llegando a casa otra vez borracho un día sí y dos también Pedro. Y la vida no es así.
-Te lo juro por mi padre Cati.
-Tú, que ni te hablabas con tu padre.
-Pero le quería, coño, era mi padre.
-Como me quieres a mí.
-Cati, mira, yo sé que todo esto que nos pasa es una mierda, joder, que si el trabajo, que si los niños...yo...
-Que te pasa a ti, porque a mí lo único que me pasa eres tú. Los niños y yo podemos vivir sin algunas cosas. Durante un tiempo. Porque podemos levantarnos. Por eso.
Pero sin ti, podemos estar siempre si queremos. Te dije que esta vez sería la última.
-Sí...tienes...tienes razón, no lo estoy haciendo muy bien, yo, yo qué sé, mírame joder, voy hecho una mierda. Me habré caído cuatro veces por el camino.
-¿Eso es todo lo que vas a decir? ¿Que tengo razón?
-Ahora cuando entres en casa, detrás de la puerta está tu hija. Ve y díselo a ella. Que tengo razón. Que no te merecemos tanto la pena como para que hagas algo por nosotros. Díselo: “Hija, prefiero ser un trozo de mierda que dar la cara por vosotros”. Y a tu hijo Pedrín, lo mismo; pero a Pedrín no lo mires a los ojos, porque entonces, de allí no sales vivo, y no quiero sacarte a pedazos ni que los vecinos me vean bajarte por la escalera con esa camisa.
-Ven aquí.
Te voy a meter debajo de la ducha. Y después te vas acostar. Estoy muy cansada y mañana tenemos que hacer muchas cosas.
-¿Cosas, qué cosas Cati?
-Te voy a enseñar a ser un hombre....
Total, que seguro que me perdí lo mejor, pero es que ellos torcieron por el carrer del Bisbe Maura y yo seguí Avenidas arriba, y al distanciarnos me dio por reir... ----------------------------------------------------------------------------------------- La fotografía que presento corresponde a una pintura al óleo sobre madera preparada S/T, de medidas 40X29cm. Año 2001.
Cada vez captas más la atención con tus escritos se queda uno con ganas de mas
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