Aquel día, salimos bien temprano de Marbella con la idea de visitar los bosques de pinsapos de la Sierra de Grazalema.
Como pensé que pudiera interesarme el paisaje de frondosos árboles y arbustos floridos, decidí cargar en el coche los bártulos de pintar.
El recorrido que planteamos por el interior de la provincia era bastante complejo, para no llegar al destino fácilmente y en efecto aquel día, entre unas cosas y otras, no llegamos.
La orografía y los pueblos que durante el recorrido nos íbamos encontrando, nos provocaba salir continuamente del coche y disfrutar de las diferentes vistas.
De pronto al girar una curva, una piña de casas colgadas de un monte,llamaron especialmente mi atención. Mi acompañante ya conocía el pueblo y creo que él sabía que me iba a impresionar. Y así fue.
Yo pensé que lo habíamos encontrado de chiripa, pero no, él quiso llevarme hasta allí. Después lo supe.
Mirando aquel bellísimo paisaje se me llenaron los ojos de casas muy blancas y "multiformas".
No habían pasado ni cinco minutos que ya tenía colocado frente a Casares mi caballete y sobre él la tela para intentar plasmar lo que allí veía.
Mientras dibujaba, me enteré que en este pueblo había nacido el Padre de la Patria Andaluza, Blas Infante.
El cuadro que aquí muestro fue realizado en dos sesiones. La primera, el dibujo, ante aquel puñado de casas blancas y la segunda, en mi estudio, donde al pintar quise poner algo de mi cosecha y en vez de utilizar el "blanco nieve" de sus casas, quise mostrarlo tal que si fuera una noche de luna llena. Obra pintada con acrílico sobre lienzo y de medidas 73X53 cm. Año 2002 Pulsar sobre la foto para ampliar.
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