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jueves, 7 de diciembre de 2017

ESPERANDO A PASAR.


En pintura, un trabajo de estudio es la composición, a partir de la idea del esbozo.
Básicamente, en mi caso, era recolocar las figuras dentro de la tela y dar sentido y lógica al resto del dibujo.
Mi forma libre de trabajar una obra, era ir desarrollándola casi sobre la marcha. Sin ataduras técnicas ni formales.
Un planteamiento mínimo en el boceto y mucha parte de mi argumento se iba produciendo a medida que iba pintando.
En este cuadro mucho más que en otros, me ocurrió así:
Imaginé la situación. Por ejemplo: Un grupo de gente esperando que el semáforo se se pusiera en verde para cruzar la calle.
Con esa imagen en la mente e imaginándome frente a ellos, fui adaptando al espacio de la tela figura tras figura hasta conseguir una masa homogénea de personas y con cierta coherencia. A continuación había que ubicarlos en un paisaje urbano acorde con el grupo. La verdad, recuerdo que fue una forma muy entretenida de trabajar. Donde incluso hablaba a las figuras y les comentaba de viva voz donde iría ubicando a cada uno y en que postura. Hasta les comentaba que tipo de ropa y color les pondría, incluso si les mantendría con los ojos abiertos o cerrados.
Francamente muy divertido. Una vez todas las figuras colocadas y perfiladas, entonces decidía el paisaje y cuando lo ubicaba mentalmente, atacaba a dibujarlo ya con cierta facilidad.
Por tanto esta serie de cuadros donde imperaban las multitudes me dieron bastantes satisfacciones. Fue una época en la que pintaba con pasión en el sentido más estricto del término. Cuando no pintaba, estaba pensando como haría todas y cada una de las figuras cuando estuviera ante la tela.
Por tanto estaba siempre implicado con el cuadro que tenía entre manos y a veces incluso ya iba trabajando en el siguiente, si es que no lo tenía ya empezado, que a veces me ocurría, llevar más de uno a la vez.
Eso no quiere decir que no tuviera problemas.Algunas veces no conseguía mis objetivos, pero eso pasa en todos los ordenes de la vida. Nada es totalmente fácil de conseguir.
Pero los malos ratos los olvidaba al momento, porque la mayoría de las veces, la satisfacción triplicaba al desasosiego.
En general, felicidad es como yo llamaría a lo que me aportaron todos los trabajos de aquellos años. En esta obra se puede ver multitud de colorido y actitudes.
Este cuadro es una pintura al óleo sobre tela, de medidas 81X130 cm. Año2001


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