Conocer sus muchos pueblos recorriendo por sus carreteras comarcales esta región natural, tierra de gentes nobles.
Visitar sus lugares perdidos y visitar lo más y lo menos conocido, vale la pena. Lugares que con solo nombrarlos ya los hace apetecibles como por ejemplo: Almagro con su corral de comedias, Las Tablas de Daimiel, Las Lagunas de Ruidera, Campo de Criptana, Villanueva de los Infantes o Consuegra, por no hablar de las capitales como Cuenca, Albacete, Ciudad Real y Toledo.
Por cierto que la mayor parte de las aventuras y acciones de Don Quijote de la Mancha, transcurren por sus extensas llanuras.
Así que, cuando tengan la oportunidad, aprovechen para disfrutar de otras sensaciones que desde luego no serán menos atractivas que las experimentadas en cualquiera otro lugar al que hayan viajado.
Tomar una buena sopa de galianos con jamón, un pisto manchego e incluso unas humildes y exquisitas gachas, sin olvidar su queso y su vino, les harán la estancia más rica y placentera.
Es una zona de España un poco olvidada a la hora de plantearse un viaje y desde aquí la reivindico pues tiene variados y bellos rincones.
El que suscribe se ve en la obligación, al menos moral, de repartiros a todos y cada uno de cuantos leáis esto la citada invitación para que recorráis mi tierra, más justo sería decir, la tierra donde nací, porque a pesar de no haber vuelto a disfrutarla con más frecuencia, si que la conozco, creo que bien, y por eso me atrevo a recomendarla y de paso aprovecho para pedir perdón por no haber vuelto a visitarla en muchas más ocasiones, como admito que se merece la tierra que a uno le vio nacer. Tampoco quiero que sea un cumplido para con La Mancha. Soy manchego y con eso se dice “to”. Y por mi parte, intentaré volver con más asiduidad. Para acompañar a este escrito podría poner cualquiera de mis cuadros, pero deseo poner este que compuse recordando justamente los tejados de mi pueblo. No fue demasiado complicado dibujar estos tejados, dado que los de mi pueblo, que está en un hondo, es posible verlos desde cualquier punto alto de las afueras. Este cuadro es una pintura al óleo sobre madera y de medidas 80X100cm. Año 1997.
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