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viernes, 29 de diciembre de 2017

LA ARRUGA.

Dicen que la arruga es bella,y no solo eso, si no que un famoso modisto también publicito su ropa con la dichosa frase, hace ya algunos años.
Por entonces, yo fui de los que llegué a creer que era verdad, que la arruga era bonita. Mezclé conceptos y me dejé llevar por esa idea que aún mantengo, que el error, al menos, en el arte contemporáneo puede embellecer una obra, entendiendo el error como parte indisociable del ser humano. Pero no, no es extrapolable a todo, y la arruga no es bella ni en el nombre, eso lo he descubierto ahora, la arruga nunca fue ni es bella, la arruga es una decrepitud ya sea en la ropa o en la piel. La belleza siempre ha sido tersa en todos los sentidos.
La afirmación sobre la belleza de la arruga solo pueden hacerla la inconsciencia de las personas que desconocen lo que es una arruga en carne propia, por la carencia de ellas, o sea, las personas muy jóvenes y de piel tersa, donde no hay lugar para ellas, pero nadie podrá argumentar a favor de las arrugas delante de , porque solo ver mi cara se retendrá antes de pronunciar la falsa frase. De joven, cuando no lo necesitaba, me ponía todo tipo de mejunjes para el cuidado de la piel, en la creencia de que mantendría la tersura en mi cuerpo de por vida, pero el paso del tiempo y la realidad me han demostrado que las ilusiones que me vendían en forma de cremas para la piel eran solo una patraña. El tiempo, que como es sabido es implacable, me ha hecho ver que de mayor; si es que llegas, lo que toca es lo que toca, achaques de salud, desparramamiento de las carnes, de la osamenta y arrugas en la piel. Los más optimistas las dan por buenas como si se tratara de las rallas de una tarja.
Tuve buena vida, no me faltaba de nada, dentro de mis posibilidades, de nada me quejaba. Pero llega un momento cuando la piel y el cuerpo empiezan a marchitarse, no queda más remedio que aceptar que uno ha llegado hasta aquí para poder contarlo. Yo hubiera pactado hasta con el diablo, con tal de mantener mi físico y vitalidad de juventud, pero la realidad, es que a lo más que puedo aspirar ya, es estar aquí sentado y escribiendo aquello de ...¡¡¡Que me quiten lo bailao!!! Como se puede ver, el que no se consuela es porque no quiere. Eso sí, que al menos, nadie me repita que la arruga es bella.


La fotografía que presento corresponde a un dibujo con acrílicos en papel de medidas 70x50 cm. Año1984.





REPRODUCIR.





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