La
única vez que me he desplazado a
Valencia, para
ver las fallas, hará más de veinte años. Verdaderas obras de arte.
Lo que no entendí en aquella ocasión, fue que en unas horas
arderían todas. Todos aquellos monumentos, que eran el trabajo y la
creación de unos artistas durante todo un año, se
convertirían en cenizas en un plis-plas.
No
llegué a ver la cremá, porque esa parte de la fiesta no me atraía,
había recorrido la ciudad de norte a sur y de este a oeste, para ver
el máximo de plantás y al atardecer decidí volver a casa. Con el
tiempo he querido intentar comprender la belleza de lo efímero. Algo
dentro de mí me dice que si son creadas con ese objetivo, está bien
que acaben en el fuego purificador, y las fallas desde luego son
monumentos momentáneos y fugaces.
Entendiendo
el origen que cuentan sobre esta fiesta, y como acabó
derivando en pólvora
y hogueras, puedo comprender, que aunque solo sea por la tradición,
les provoque subidón.
Un
montón de personas, crean verdaderas
obras de arte durante todo un año y luego y en unos cuantos minutos
son entregadas a
la nada, a cenizas, y todo para empezar a día siguiente la
tarea de las
del próximo año. Sin duda admito que algo cuasi religioso debe
haber en el proceso y ejecución de estos peculiares monumentos.
Tengo
una
anécdota de
algo
con cierta similitud con las fallas. Yo
conocí una vez un pintor de Castellón, que elaboraba
con el máximo esmero sus
cuadros y en
cuanto losa
acababa, repetía un ritual para
destruirlos en el fuego. Lógicamente este señor argumentaba su
acción, que intuyo bastante parecida con la razón de ser de las
fallas. Creo que en cierta medida, era un pintor con una filosofía
muy fallera.
El
conjunto de emociones que
supongo produce a los participantes el desarrollo de esta fiesta, no
me deja indiferente, pero tampoco soy capaz de llegar a demasiadas
conclusiones que
me convenzan.
Aunque
claro ¿ Donde guardarían tantísimo ninot si no los quemaran?
Desde
luego, respeto
e intento comprender todo, aunque no siempre lo consiga.
Por
el momento, sigo reflexionando, solo me queda felicitar a los
artistas falleros por sus magníficas obras.
La fotografía que presento corresponde a una pintura. S/T, acrílico sobre papel. Son las dos mitades de un mismo cuadro, de medidas 70X50. Año 2018.
REPRODUCIR.
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