Los reyes vienen cargados de juguetes para los niños, pero no siempre fue así, en mi niñez, era un juguete, dos a lo sumo, con el tiempo han podido ser más generosos y traerle a los niños más juguetes de los necesarios, pero no seré yo quien se queje de los tiempos de abundancia en ese sentido. He contado alguna vez que tengo algunas decenas de años, pues bien, eso me hace poder contar como eran los reyes en mi niñez. Antes, o sea cuando yo era niño, aun no existía Papá Noel y los Reyes Magos en la mayoría de los casos, solo nos traían un juguete que previamente habíamos visto tras una ventana-escaparate donde los tenían en exposición, días antes de la noche de expectación y nervios. Mi generación y en mi pueblo, vivíamos la ilusión y la elección, tras unas rejas que siempre estaban llenas de niños mirando aquella habitación que nos mostraba el suelo lleno de la fantasía de nuestros juguetes preferidos, entre todos ellos estaba nuestro elegido, el que encontraríamos el día seis, justo al lado de nuestros zapatos. La ilusión de esas edades, nunca vuelve a ser la misma a lo largo de la vida, pero lo que si sé, es que la ilusión en los niños es la misma en todos los tiempos y lugares, porque la ilusión es innata en las criaturas con uno o diez juguetes. Por eso me gustaría escribir hoy mi propia carta a los Reyes Magos para que ningún niño de la tierra se quedara sin experimentar la ilusión de esa noche mágica.
Queridos Reyes Magos: Quiero contaros que todos los niños del mundo se han portado bien este año y se merecen que les pasen cosas buenas y divertidas, por tanto os pido si pudiera ser, que les traigáis muchos juguetes.....
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La fotografía que presento es una pintura con acrílicos sobre papel de medidas 100X70 cm. Año2006.
REPRODUCIR.
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