LA VIDA

La vida es como las cintas transportadoras de los largos pasillos de los aeropuertos, una vez te pones sobre ellas y ya no puedes parar, es un seguir y seguir hasta el final, sin soluciones de retroceso.
Todo lo que te ha pasado, ya pasó y no hay posibilidad de retomarlo, la vida no para, por tanto no vale la pena revolcarte en el pasado, no ha de volver y el desgaste que te provocará será infinito. No puedes estar en el presente añorando el pasado, ni siquiera preguntándote por qué. Todo lo que te sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No puedes ser niño eternamente, ni adolescente tardío. Debes aceptar no tener vínculo, con quien no quiere estar vinculado a ti. ¡Los hechos pasan y debes dejarlos ir!. No existe ni pasado ni futuro, solo un presente imparable que debes explotar cada minuto. Debes dejar ir, soltar, desprenderte. En la vida nadie puede jugar con las cartas marcadas y debes aprender a perder y a ganar. El pasado pasó y nadie te lo devolverá. En la vida como en las cintas transportadoras, siempre hacia adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. Debes saber que ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, ni hace dos meses, ni un año. Por tanto, no hay nada a que volver. Solo te queda cerrar la puerta, dar la vuelta a la hoja, cerrar el círculo del pasado y vivir el hoy como si no hubiera un mañana. Recordar no es malo pero en su justa medida y de una manera positiva. Lo que estoy contando, me lo estoy contado. Debes saber, debo saber que... La vida es un paréntesis entre la eternidad y la nada.
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Dibujo a lápiz sobre papel coloreado con productos ajenos a las bellas artes, de medidas 42X30 cm. Año 2015

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